Puede sonar a consigna opositora y no duden que puede ser así, ya que la contundencia que puede llegar a tener si se entiende bien lo que significa esta corriente que tanto se parece a la actual cultura venezolana , la cual adolece de muchas formas pero que esta da una estocada de gran trascendencia en los venezolanos y crea un estigma social que podría convertirse tarde o temprano en un paradigma irreversible.
Partamos primero por definir el nihilismo: Es la corriente filosófica que sostiene la imposibilidad del conocimiento, y niega la existencia y el valor de todas las cosas. Esta corriente fue ampliamente discutida por Friederich Nietzsche como un grave mal que aquejaba a la época en que vivió y que, en la era moderna ha tenido picos importantes.
El ser nihilista se caracteriza por pretender la destrucción moral propia y, a través de ella, generalizar la destrucción de la sociedad, por lo que es incapaz de actuar en pro a ella o siquiera preocuparse por mejorar la sociedad, es un ser apolitico y apático ante la realidad y pretende naturalizar los aspectos negativos de una sociedad hasta tal grado que niega el éxito de cualquier acción que pretenda mejorar la sociedad, condenando al fracaso toda medida, siendo una proyección de su fracaso moral, en criollo, ni lava ni presta la batea y antes de prestarla la destruye por completo.
El primer fantasma del nihilismo se vivió al momento de la caída de la Unión Soviética, donde la izquierda mundial vio en esta situación al derrota de su modelo y entraron en un proceso de depresión que hizo que redujeran la defensa de su proyecto ideológico a los salones recónditos de las universidades y sus extensas bibliotecas, dejando la lucha directa o la critica social al considerarla inútil y poco a poco la izquierda tomo una breve pero devastadora hibernacion en la que cualquier intento de reconquista de la izquierda era negado por sus intelectuales, dejándose llevar por el aparente "éxito" del capitalismo como modelo económico-político que se etenizaria.
Mas directamente en el venezolano se vivió en los finales del siglo pasado, donde la gente de clase media era una masa apática que no tenia una visión ni proyección de futuro en el lugar que vivía y se preocupaba en lo mas mínimos en ser "alguien", se preocupaban solo en vivir sin mas, por lo que la política podía actuar a su antojo sin miedo a la represalia de la juventud, esta estaba dormida y el letargo no parecía tener final, claro que esto cambio con la llegada de la Revolución Bolivariana, ya se por la oportunidad de hacer un cambio importante en la sociedad venezolana o contradecirla por arruinar su status quo como clase media, la juventud vio en este proceso un renacimiento de su utilidad creadora, dejando atrás la autodestrucción moral que estábamos padeciendo.
Tristemente el fantasma del nihilismo ha resucitado, cual Jesús en Domingo de Resurrección, y afecta a la juventud de una forma mas sutil, pero con una contundencia superior a las experiencias del pasado; ya sea por naturalizar delitos y hechos punibles, eternizar los problemas al tenerlos como el status quo que es inamovible a pesar de ser dirigido por personas que de una u otra manera son prescindibles, peor que nosotros en muchos casos nos quedamos en la dialéctica y no actuamos, criticamos y no damos soluciones para cambiar los entramados que tanto daño nos hacen, somos parte del problema y no de la solución y eso solo perpetua un problema que con una conciencia y una cultura mas solida, podría ser paleada, pero lamentablemente nadie ve la cultura como la razón primigenia de nuestra debacle.
La raíz de nuestra sociedad es la familia, para nadie es un secreto esto, ya que de ella surgen todas las profesiones y las personas que dirigen los destinos de una nación en un futuro, lo que hacemos en la familia influirá tarde o temprano en nuestra localidad, en nuestra región y en nuestro país; sin embargo las familias venezolanas han sido visitadas también por el fantasma del nihilismo y el cuidado de los niños se hace de una manera somera, donde los valores y la moral son los grandes ausentes y en muchos casos se dejan a la deriva en un mundo que sabe absorber talentos y generar las peores pestes que surgen de las familias disfuncionales, como son el hampa, los corruptos y los individualistas; ya nadie se preocupa por las familias, ya nadie le importa lo que sucede abajo, todos creen que la solución surge desde arriba y esa es la peor falacia que puede existir, los cambios surgen de arriba hacia abajo, no al revés; las pirámides se construyen desde la base, sino se caen irremediablemente y si tenemos gente apática en lo político, en lo social y en lo cultural, nada cambiara; seguimos asignando culpas y lamentablemente no vemos la culpa propia, seguimos destruyendo a los demás y por tanto destruyendo a nosotros mismos, Tiemblen hombres de izquierda, el nihilismo ha llegado, alaben al Dios del Nihilismo que nos libra de culpas y manda el país a la mierda ya que nosotros somos una mierda, incapaz de producir soluciones.
¿De verdad queremos que esta corriente siga mellando al venezolano?
Yo en lo personal no lo quiero, pero empieza por reconocer a los nihilistas y tratar de que esa visión cambie
Revisate, tal vez tengas un nihilista adentro y aun no te das cuenta...