Entre las múltiples noticias que han ocurrido a nivel nacional tanto a nivel económico, político y social, ninguna me causo tanto impacto como la demanda que el Banco Central de Venezuela introdujo en Estados Unidos contra la directiva del portal web DollarToday, el cual, además de mostrar “noticias” con un sesgo político muy marcado, muestra a los usuarios una tasa paralela del dólar con respecto al bolívar que no posee ningún fundamento legal ni de alguna institución bancaria reconocida. Esta noticia nos hace reflexionar sobre lo maleable que puede llegar a ser la economía venezolana a través de ciertos factores bien definidos, en este caso un portal web que es usado por pequeñas, medianas y grandes empresas para fijar el precio de sus productos, lo cual promueve gradualmente la inflación al tener estas cifras como indicadores indiscutibles de la economía cambiaria en nuestro país, aun cuando no exista ninguna institución económica o entidad bancaria que avale estas cifras y que el cálculo del precio del dólar sea a través de las transacciones que se manejan en la frontera colombo- venezolana.
Según el economista y presidente de Datanalisis, Luis Vicente León, especifica que “el tipo de cambio negro empíricamente es el promedio de los tipos de cambio que se tranzaron en ese mercado en un día. Si una gente compró a 350, otra a 380, otra a 360, sumas todo eso y divides entre un número de personas y ahí tienes a qué precio promedio se tranzó en ese mercado. Eso no existe, porque nadie puede tener las transacciones de ese mercado”
Afirmo también que esta oscilación en la tasa de cambio se debe a que “El dólar vale lo que la gente esté dispuesta a pagar por él, ese es el valor”, lo cual manifiesta lo inestable que resulta hacer el cálculo del dólar a través de un promedio de transacciones que pueden cambiar incluso diariamente, por lo que se hace común que las tasas manejadas en esa pagina suban de forma arbitraria, lo cual promueve entre otros factores a la inflación que se percibe en nuestro país en mercancía importada, la cual representa el grueso de los productos consumidos por la población venezolana, aun cuando las importaciones tengan tasas preferenciales para empresas públicas y privadas: una tasa preferencial con el dólar a 6,30 bs destinadas a las empresas de alimentación y medicinas, adema s de la exportación de materia prima y la tasa del Sistema Complementario de Administración de Divisas (Sicad) con una tasa del dólar a 12,30 bs para las subastas en las demás empresas del país.
Se espera que, con la demanda que formulo el BCV al portal web, además de las medidas del cierre de la frontera en Táchira, Zulia y Apura, se pueda lograr una mayor estabilidad en cuanto al fijado de precios y al control de cambio en nuestro país, acostumbrado a que deben tomar las cifras de dicho portal web como marcador de la economía de nuestro país; aunque tanto el gobierno como nosotros debemos estar conscientes que el fin de esta anomalía económica va mas allá de cerrar una página web, tenemos que ser mucho más contundentes en la defensa del poder adquisitivo del venezolano, ir eliminando la dependencia de los comerciantes de la tasa del dólar paralelo y sumirse al margen de ganancia establecido, así como los compradores están en el derecho de exigir explicaciones ante repentinos y arbitrarios aumentos de precios, argumentando teorías superfluas como aumentos salariales y temporadas vacacionales, solo asi podremos garantizar que nuestra moneda no pueda ser vilipendiada por actores económicos que la manejan de forma indiscriminada para jugar con la paciencia de los venezolanos y que el Estado se avoque en la estabilidad de nuestra moneda para que las pequeña y mediana empresa tenga mayor confianza en los órganos del comercio exterior y no se vean en la necesidad de recurrir al mercado negro para fijar sus precios.
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